jueves, 16 de abril de 2009

EL NIDO



Mi cama fue un roble,
y en sus ramas cataban los pájaros.
mi cama fue un roble,
y mordió la tormenta sus gajos.

Deslizo mis manos
por sus claros maderos pulidos,
y pienso que, acaso, toco el mismo tronco
donde estuvo aferrado algún nido.

Mi cama fue un roble,
Yo duermo en un árbol.

Es un árbol amigo del agua,
del sol y la brisa, del cielo y del musgo,
de lagartos de ojuelos dorados
y de orugas de un verde esmeralda.

Yo duermo en un árbol.
¡Oh, amado, en un árbol dormimos!
Acaso por eso me parece el lecho,
esta noche blando y hondo como un nido.

Y en ti me acurruco como una avecilla
que busca el reposo de su compañero.
Que rezongue el viento, que gruña la lluvia.
¡Contigo en el nido, no se lo que es el miedo!...

Juana de Ibarbourou

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